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Funcionarios del INDH se declaran en alerta por “vertiginoso retroceso” en materia de DD.HH.

Desde la ANDEDH y AFFINDH condenaron la ley Naín Retamal y la medida de Fiscalía de solicitar prisión preventiva para todas las personas migrantes no regularizadas, llamando al Consejo del INDH a pronunciarse.
 

Por Wari


 

Por Diario UChile

 

Una declaración conjunta presentaron las asociaciones de funcionarias y funcionarios del Instituto Nacional de Derechos Humanos, agrupados en ANDEDH AFFINDH, para constatar que la nueva Ley Naín Retamal es “un retroceso en materia de DD.HH.” cuyo riesgo de “impunidad es muy alto, al propiciar un escenario favorable para que las víctimas de violaciones a los derechos humanos queden sin justicia, sin reparación y donde no hay espacio para las garantías de no repetición”.

“Como trabajadoras y trabajadores de DDHH no podemos quedar ajenos ante al actual contexto sociopolítico, de populismo penal y legislativo, que tiene como correlato el menosprecio de los derechos humanos y falta de protección por parte del Estado”, partieron señalando.

Relevando a las víctimas de graves violaciones a sus derechos humanos que se viene reportando desde el año 2010 y el comportamiento de los agentes del Estado en el marco del estallido social, las agrupaciones dicen ver “con desazón que la defensa de derechos se viene a cuestas, con una legislación donde el Estado ofrece menos garantías para su protección”.

“Es un claro deterioro en la democracia y una mala noticia para la paz social. El Estado debe garantizar la seguridad de las personas, pero dentro de un marco de respeto a los derechos humanos, y no cediendo frente a medidas que pueden tener un alto impacto en la población”, afirmaron, advirtiendo que “el retroceso en el respeto y garantía de los DDHH está siendo vertiginoso, la medida anunciada por la Fiscalía de Chile de solicitar la prisión preventiva a todas las personas extranjeras no regularizadas representa una medida discriminatoria y desproporcionada, atentando contra sus derechos, frente a esto no podemos callar”. 

 

Por lo demás, acusaron que “el eco que han hecho los medios de comunicación hegemónicos del anuncio es impresentable. El solo hecho que personas migrantes (familias, niños, niñas) estén en situación irregular, no puede acarrear prisión preventiva, eso compromete la responsabilidad del Estado en materia de derechos humanos”.

Bajo esas consideraciones, llamaron a que “el Consejo del INDH se pronuncie frente a los estándares internacionales en materia de DDHH y que se apegue al mandato de defensa y protección de los derechos humanos de todas las personas que habitan el país”.

“En este grave contexto no puede guardar silencio, debe activarse y monitorear el comportamiento del Estado en su conjunto. Por otra parte, tiene el deber de cuidar a sus equipos trabajando por la defensa de los derechos en distintos frentes, generando alertas tempranas para el desempeño de las funciones habituales. Es fundamental incorporar los aprendizajes del estallido y cuidarnos entre todas y todos”, indicaron.

Asimismo, se declararon en alerta, “activando las redes de solidaridad nacional e internacional, denunciando ante los sistemas de protección de derechos humanos el frágil momento que enfrentamos como defensoras y defensores de DDHH. Hacemos el llamado a todas y todos a articularse y movilizarse”.

 

fuente: elciudadano.cl (Nota publicada originalmente el 8 de abril de 2023 en diarioUchile.)

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KAST: EL CANDIDATO DEL DESORDEN stars

Movilizaciones, protestas e inestabilidades se prevén con la aplicación de medidas restrictivas, autoritarias y militarizadoras de parte del personero de la ultraderecha, como autorizar escuchas del Presidente a comunicaciones de ciudadanos, derogar derechos de las mujeres y diversidad sexual, oponerse a la nueva Constitución, aumentar penas judiciales a detenidos en manifestaciones, hacer crecer el número de cárceles, suprimir el INDH y restar a Chile de organismos internacionales de derechos humanos. Al mismo tiempo está la intención de fortalecer las AFP, privatizar Codelco, respaldar a los consorcios financieros e implementar acciones represivas contra la migración. Es así que una explosión social podría producirse con un Gobierno ultraconservador que levantara un muro a los procesos de reclamo y cambios que se están produciendo en el país.

 

Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 12/11/2021. Dadas las condiciones actuales de Chile, se prevé una escalada de movilizaciones, protestas y acciones ciudadanas si se llegan a implementar las medidas restrictivas de derechos, autoritarias y militarizadoras que considera el programa y las propuestas del candidato presidencial de la ultraderecha, José Antonio Kast.

Precisamente porque van en sentido contrario a legislaciones, proyectos y demandas sociales instaladas sobre todo en los dos últimos años. De hecho, para Kast lo ocurrido en octubre de 2019 no fue una revuelta social, sino “un estallido de violencia”.

El hoy aspirante a La Moneda se opone férreamente a una nueva Constitución y promovió el Rechazo a ese proyecto, lo que adelanta que siendo mandatario trabajará en contra de la nueva Carta Magna que está elaborando la Convención Constitucional y seguramente alentará rechazarla en el plebiscito de 2022. Eso será, de partida, un punto de tensión con la ciudadanía.

En la línea ultraconservadora, su administración echará abajo derechos de las mujeres metiendo cambios, por ejemplo, en la legislación que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales; cerrará el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y se prevé reducción de gastos para este sector. Kast anunció que cerrará el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y restará a Chile de organismos internacionales y regionales de derechos humanos. También prometió más cárceles en todo el territorio, laborando con “agentes privados” y el aumento de penas judiciales a detenidos durante manifestaciones y que ejerzan “la violencia urbana”. En esa línea, el personero de ultraderecha junto a sus asesores, está por reforzar la presencia de las Fuerzas Armadas en zonas de comunidades mapuches y regiones del sur, mejorar los sueldos de Carabineros y Gendarmería, oponerse a la reforma de las policías y plantea la defensa política y jurídica de los uniformados ante su accionar. Es sabido que Kast implementará una política represiva frente a la migración, no solo construyendo zanjas y reforzando la militarización de fronteras, sino dando continuidad a lo obrado por el Presidente Sebastián Piñera, de expulsar migrantes. En el programa se plantean cuestiones como dar la atribución el Ejecutivo de intervenir comunicaciones de ciudadanos y crear un comité de seguridad en La Moneda que reemplace al comité político, dando un perfil más policíaco al gabinete ministerial. Junto a todo eso, programáticamente José Antonio Kast está por defender y fortalecer las AFP, las Isapres, privatizar Codelco, apoyar a los consorcios financieros, reducir el gasto social del Estado y proyectar un aumento de la privatización de la economía.

En este cuadro es donde se prevé una situación de crisis social con un alto grado de oposición ciudadana a lo que sería un Gobierno de Kast. Dadas las experiencias recientes en el país, esto llevaría a movilizaciones y protestas, y generaría un alto grado de inestabilidad donde, seguramente, se producirían fuertes choques entre los estamos militares y policiales con manifestantes y ciudadanos.

Está claro que, por ejemplo, el movimiento feminista defendería los derechos alcanzados e insistiría en las demandas actuales; habría una expresión latente de las agrupaciones y sectores de los derechos humanos, del mundo de la cultura; las movilizaciones sociales, estudiantiles y sindicales serían de alta intensidad y alcance. La situación en La Araucanía tendría a tensionarse aun más, con previsible aumento de la violencia sobre todo de parte del Estado.

Es esperable que a nivel ciudadano habría una persistencia en alentar y defender una nueva Constitución, el proceso constituyente y lograr la aprobación del nuevo texto constitucional en el plebiscito del próximo año, lo que produciría un fuerte choque con lo que podría ser la administración de Kast.

Es así que, contradictoriamente con lo que expresa la candidatura de la ultraderecha, todo anuncia desorden e inestabilidad en caso de que Kast llegue a la presidencia. De allí que él mismo sostenga la posibilidad “del orden” en base a restricciones, autoritarismo y militarización.

Una experiencia repetida en otras administraciones de ultraderecha en la región, con alza de la protesta social, la movilización ciudadana, la violación a los derechos humanos, la inestabilidad política, el rechazo internacional y el acrecentamiento de la lucha por la democracia.

 Fuente: elsiglo.cl

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