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PABLO MONJE

ANÁLISIS. LA CIUDADANÍA EVALUANDO GESTIÓN PRESIDENCIAL Y PLEBISCITO DE SALIDA stars

Ha comenzado el camino definitivo y sin retorno de la competencia electoral democrática, por la aprobación o rechazo de la nueva Constitución emanada desde el hemiciclo de la convención constituyente.

 

Pablo Monje-Reyes. Director Ical. Santiago. 09/06/2022.  Este mes de junio 2022 se inició con la cuenta pública del presidente Gabriel Boric ante el Congreso Pleno, la ciudadanía -en general- escuchó atentamente el mensaje y evaluó el desempeño del presidente, asimismo, la gente sigue dando a conocer su opinión respecto del próximo plebiscito de salida para dirimir el apruebo o rechazo a una nueva constitución. De igual manera ha comenzado el camino definitivo y sin retorno de la competencia electoral democrática, por la aprobación o rechazo de la nueva Constitución emanada desde el hemiciclo de la convención constituyente, electa democrática y popularmente, de carácter paritario en su conformación y con la integración plena de nuestros pueblos originarios vía escaños reservados.

En esta minuta se revisan los datos estadísticos aportados por los últimos cuatro estudios de opinión pública, para mostrar sus resultados referidos a los contenidos de la agenda pública señalados anteriormente y ponerlos al trasluz del análisis, y así, dar a conocer qué caminos evaluativos está adoptando la sociedad chilena respecto a esos importantes temas políticos. Las encuestas que se revisaron son; (1) “Pulso Ciudadano” -PCiu-; (2) “Plaza Pública” -PzPúb-; (3) “Agenda Criteria” -AgCri- y (4) “Data Influye” -DInf-, y ellas corresponden a encuestas efectuadas durante el mes de mayo y la primera semana de junio del 2022.

Evaluación presidencial

Tres de las encuestas mencionadas (PCiu – AgCri – DInf) muestran claramente una estabilización en la aprobación de la gestión del presidente de la república (entre 27% y 35%), y en todas ellas esa percepción comenzando a crecer. Asimismo, la desaprobación a su desempeño se ha detenido y, en algunos casos, a caer (entre 49% y 55%). En el caso de la encuesta Plaza Pública -PzPúb- Cadem, realizada en la 1ra semana de junio que midió el desempeño del presidente y que integró la percepción ciudadana de la cuenta pública, la aprobación de la gestión presidencial creció en 8 puntos porcentuales, de 36 a 44 puntos, y la desaprobación cayó en 10 puntos porcentuales, de 57 a 47 puntos. Además, la percepción ciudadana acerca de la calidad del discurso, fue que el 63% lo calificó como ‘muy bueno’ o ‘bueno’. Uno de los datos más importantes a destacar en el desglose de esta variable, es que comunicó bien sus ideas (76%); hizo buenos anuncios (73%); mostró autoridad y liderazgo (61%); fue creíble, sincero y autentico (60%); estaba preparado (59%) y demostró capacidad para liderar el rumbo del país (56%).

Según -DInf- los hombres (42%) aprueban en una clara mayor medida que las mujeres (29%). La desaprobación en hombres llega al 47% y en mujeres la desaprobación llega al 52%. Por tanto, la desaprobación sigue siendo mayor en ambos géneros respecto de la aprobación, pero, se produjo un marcado incremento en la aprobación respecto de la medición anterior efectuada a fines de marzo, particularmente, en hombres la distancia ahora es de 5 puntos porcentuales entre quienes aprueban y desaprueban la gestión presidencial (42% v/s 47%), en cambio, en mujeres la distancia es de 23 puntos porcentuales en este mismo criterio o variable (29% v/s 52%).

Síntesis; evaluación del presidente

Lo primero a señalar como resumen, es que podemos concluir que la evaluación del presidente Boric ha comenzado a estabilizarse en la percepción ciudadana, y se retorna pausadamente a los indicadores iniciales de adhesión con los cuales comenzó su gestión. Esto se explica, primero, por las correcciones aplicadas en el rumbo del gobierno y en el cuidado empleado para no reiterar los errores no forzados cometidos durante el proceso de instalación y administración en La Moneda. De la misma manera, y como segundo elemento, los sectores de la ciudadanía que apoyaron su elección tienen un claro perfil crítico con una mirada programática del gobierno, y esto es lo que se percibe y confirma en la evaluación del desempeño presidencial, respecto de la cuenta pública y los criterios con los cuales ese discurso de rendición de gestión se evaluó.

Así, cabe señalar que el discurso dio cuenta de esa percepción, y ello fue muy claro y preciso en cómo el texto recoge los temas de interés de la ciudadanía y cómo retoma los objetivos del programa con el cual el presidente llegó a Palacio. Hubo capacidad de comunicar el mensaje político desde una mirada país atendiendo los temas urgentes, pero también, proyectando una sociedad que requiere cambios y señalando que quienes están gobernando están dispuestos a esas transformaciones sin vacilaciones y sin subjetividades conservadoras, por el contrario, se apuntó a los problemas ciertos y cotidianos, y también a un país democrático para todos y todas sin exclusiones. Estos fueron aciertos en el diseño de la cuenta pública como también en la emisión comunicacional de la misma. Este mensaje oficial se diferenció categóricamente de los alegatos previos de la derecha chilena, que durante meses viene presentando una alegoría histérica del fin del proyecto país, enarbolando una perorata de cuartillas incoherentes a veces, pero, de una consistente, clara e inobjetable continuidad del neoliberalismo y la exclusión en el país que sí les interesa, el Chile ya conocido de los privilegios, la corrupción y los abusos.

No obstante, sigue habiendo una mayoría relativa aunque importante que desaprueba la gestión del presidente, en particular, una población política y electoral constituida principalmente por mujeres, lo que debe ser observado con detención y reflexividad critica, sobre todo, cuando el actual es un gobierno que se ha declarado feminista y que en sus filas de dirección política -y por primera vez en la historia del país- las mujeres juegan roles de conducción clara e inobjetable en el gobierno. De esta manera, hay que revisar la composición y estructura socioeconómica de las mujeres y en que segmentos se percibe una mayor desaprobación. En una primera lectura, podemos inferir que los segmentos más acomodados de mujeres aprueban más y las mujeres de sectores más carenciados desaprueban en mayor medida. Aquí hay que revisar bien los caminos del cómo llegar a esos sectores y en dónde las mujeres jefas de hogar están sufriendo más los estragos de la recesión económica, como también, ver si efectivamente se sienten representadas con la actual conducción política del gobierno, en donde mujeres educadas y jóvenes tienen más poder de dirección de gobierno. Parece muy conveniente y urgente reflexionar acerca de estas dimensiones porque, sin duda, son preocupantes y de imprevistas proyecciones.

Plebiscito de salida

En cuanto al plebiscito de salida para la aprobación de la nueva constitución, la percepción ciudadana que muestran las encuestas analizadas se mueven en un intervalo del 28% al 42% que están por aprobar el 4 de septiembre, y por rechazar se estabilizó en el 45% en tres de los cuatro estudios evaluados, un dato no menor es que esta cifra del 45% lleva más de un mes sin moverse, por ello, probablemente, debamos considerar que el rechazo ha llegado a su techo histórico, su máximo posible desde el plebiscito del año 1988. Por su parte, la aprobación aumenta en proporción inversa a la caída de los indecisos, así, la indecisión es funcional a la opción apruebo, a este factor de análisis debemos agregarle que el plebiscito será con voto obligatorio, esto es, la indecisión electoral debiera ir retrocediendo paulatinamente de aquí a la fecha de la decisión electoral que será el 4 de septiembre. Esa indecisión finalmente se convertirá en voto nulo, blanco y abstención, y que por el carácter obligatorio de la votación estas 3 opciones no debieran ser en su conjunto un porcentaje particularmente significativo. A esto se suma que hay una percepción del triunfo del apruebo que no se estaba dando y que aparece como factor sorpresa, sobre un 50% de los encuestados/as cree que gana el apruebo al margen de su legitima opción personal, según la encuesta CADEM -PzPúb-.

De la misma manera, se repite el fenómeno en donde los hombres están más dispuestos a aprobar que las mujeres, pero, también emergen segmentos etarios en donde hombres y mujeres entre 35 y 54 años son los que están más dispuestos a rechazar, en este grupo de edad un 53% opta por rechazar versus un 35% que aprueba, y ello con la no despreciable diferencia de 18 puntos porcentuales a favor del rechazo Se debe decir además, que este es el segmento etario de mayor participación demográfica, pues, representa un 27,2% de la población (datos proyectados INE), a diferencia de los otros segmentos habilitados para votar, a saber; la población de 18 a 34 años de edad que representa el 25%, y el grupo de 55 y más años que representa el 21% de la población.

Síntesis; perspectivas del plebiscito

 El plebiscito de salida es una competencia democrática que debe ponerse en el centro de la acción política de quienes están por un cambio del sistema político y económico del país. El plebiscito con un resultado de aprobación de la nueva carta constitucional daría por cerrado el ciclo neoliberal en Chile iniciado en la década de los 80 del siglo pasado en plena dictadura cívico militar. Los datos nos muestran que la opción rechazo representada por la derecha no pasa de su 45% que ha sostenido su vida política en los últimos 30 años. Por otro lado, el apruebo inicia un sostenido incremento en su adhesión, y comienza a subir como se esperaba que sucediera cuando el texto constitucional fuera tomando forma explícita y se acerque a su versión definitiva, y con ello los indecisos comienzan a definirse mayoritariamente por la opción de aprobar una nueva constitución.

¿Hay cuidados que adoptar en el desarrollo de una campaña por el apruebo? Por supuesto que sí. Primero, hay que trabajar muy bien las respuestas a los argumentos de quienes deben, quieren y pueden, salir de la indecisión a una resuelta decisión electoral a favor del apruebo, y para ello están las ideas, el borrador de la nueva constitución, innumerables videos, cápsulas audiovisuales y cartillas de distintos formatos y contenidos que ya están circulando profusamente en diversas plataformas de redes sociales, y están los convencionales constituyentes a los cuales se puede recurrir para que desarrollen contenidos en foros y conversatorios presenciales y virtuales.

Segundo; recordar que debe ser un trabajo muy dirigido a mujeres y a los segmentos de edad entre los 35 a 55 años. A esto se suma, como tercer elemento; la idea del discurso transformador, pensando en fortalecer la democracia y como desafío de todas las chilenas y todos los chilenos, con lo cual se le coloca un dique discursivo a la derecha que se manifiesta por el rechazo en términos grotescos, sin argumentos y excluyente, sólo descansando comunicacionalmente en la desinformación, en la mentira y en el miedo. De hecho, este fin de semana la oligarquía criolla mostró su verdadera cara obstruccionista a los intereses nacionales, a partir del pronunciamiento oficial conjunto de los partidos de derecha y ultraderecha que la representa, ratificando sus posiciones de rechazo. Esto ayuda a la campaña del apruebo, porque identifica claramente la relación entre conservadores y retardatarios, con quienes desean una progresista profundización democrática en deberes y derechos con una nueva carta constitucional. Esto -también- tiene directa relación con la capacidad del gobierno de colocar en el centro la necesidad de transformaciones reales, que permitan a este gobierno y a los gobiernos que vendrán, el tener un marco constitucional adecuado para seguir avanzando en reformas estructurales, como las ya anunciadas recientemente por el presidente, a saber; reforma tributaria, reforma al sistema de pensiones por un sistema intergeneracional y solidario, reforma al código de aguas, entre muchas otras.

De este modo, debemos colocar en el centro de la campaña del apruebo -con palabras simples y maneras sencillas, con un lenguaje comunicacional empático, creador y lúdico-, que el pueblo de Chile gana y crece con una nueva constitución que le garantiza derechos sociales y lo sitúa de cara al siglo XXI, y que pone en el centro al ser humano en una relación cooperativa con el medio ambiente en donde habita, a diferencia de la constitución del ‘80 que colocaba al centro la propiedad privada, el individualismo, el mercado y a la naturaleza como un medio a explotar sin tasa ni medida, en una expoliación y extractivismo sin límites hasta pretender convertirnos en una larga y angosta zona de sacrificio.

En síntesis; hay que avanzar en estas reflexiones integrando cualitativamente la relación entre el gobierno, la necesidad de profundas transformaciones sociales y la implementación del programa de Apruebo Dignidad, con la aprobación de una nueva constitución, necesaria para normar un modelo institucional de convivencia social solidario, humanista y plenamente democrático desde su misma creación, porque más allá de las legítimas diferencias que nos puedan provocar eventuales desacuerdos en su texto final, lo cierto, es que el proceso de construcción de este documento que será nuestra ley principal, es que el formato de su elaboración tiene las formas representativas más ejemplarmente democráticas que hayamos conocido nunca, es más, probablemente, el modo como se ha elaborado nuestra nueva constitución sea modelo y ejemplo para no pocos países de la comunidad internacional y, sin duda alguna, motivo de estudio y orgullo para las nuevas generaciones de chilenas y chilenos que se formarán, crecerán y educarán, bajo formas sociales de vivir colectivamente como nunca antes conoció la sociedad chilena. Así de trascendente es el desafío político y electoral que deberemos enfrentar este próximo 4 de septiembre, misma fecha simbólica cuando 52 años antes, en otro 4 de septiembre pero de 1970, este mismo pueblo fue a las urnas para iniciar triunfal y victorioso otra de sus épicas más relevantes de su historia, inaugurar los mil gloriosos días del gobierno popular encabezado por nuestro presidente, compañero Salvador Allende Gossen.

fuente:elsiglo.cl

ANÁLISIS. CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL Y PLEBISCITO DE SALIDA

Al proyectar estas cifras se pueden indicar -a lo menos- dos afirmaciones concluyentes; (1) el 45,5% que marca hoy el Rechazo es el techo probable de esta opción a la fecha, y (2) la movilidad y la incógnita electoral está ahora entre quienes ayer optaron por el Apruebo y que hoy aún No Saben cuál será su opción en el Plebiscito de Salida (25,8%) y, además, esa movilidad electoral está también entre quienes no han votado en las últimas elecciones y hoy no sabemos cuál será su opción (45,5%) en esta nueva votación que tendrá carácter obligatorio.

Este reciente fin de semana concluyó la etapa principal y más compleja del trabajo constitucional. Chilenas y chilenos ya tenemos a la vista para su lectura y reflexión el primer borrador de la nueva Constitución, pues, acaba de concluir la redacción gruesa y preliminar de artículos y normas de esta Carta Magna, que está siendo diseñada de manera absolutamente original en nuestra historia republicana y que se nos propone para organizar y regular la convivencia colectiva de nuestra sociedad para los próximos tiempos y las nuevas generaciones. Responsabilidad cívica del pueblo chileno será Aprobar o Rechazar dicha propuesta el próximo 4 de septiembre 2022.

En este análisis, se hace una lectura de las últimas encuestas que hacen referencia a las opiniones de la ciudadanía sobre el trabajo de la Convención Constitucional y las proyecciones electorales respecto de los eventuales resultados del Plebiscito de salida. Para ello, los estudios que se revisaron son; (1) “Agenda Criteria” del mes de abril 2022 en su acápite Convención Constitucional; (2) “Plaza Pública -Cadem-” y (3) “Pulso Ciudadano” correspondiente a la primera quincena de mayo 2022.

2.    Proyecciones de los imaginarios post plebiscito

La encuesta Agenda Criteria del mes de abril 2022 expuso los imaginarios colectivos que resultan ante la eventualidad que la opción del Apruebo (31%) triunfe en el Plebiscito de Salida. Así, desde ese escenario surgen afirmaciones muy interesantes y necesarias de valorar, a saber: el 73% de los encuestados/as opina que “existirá un mayor respeto y reconocimiento hacia los pueblos originarios”; el 67% estima que “habrá mayor preocupación y cuidado por el medioambiente”; el 65% afirma que “se garantizarán los Derechos Sociales”; el 59% considera que “la democracia funcionará mejor”; el 58% presume que “se acabarán las protestas y se restablecerá la calma en las calles”; el 58% supone que “habrá mayor riqueza debido a una mejor distribución de los recursos”; el 55% piensa que “se podrá enfrentar de mejor manera el narcotráfico”; el 54% cree que “se ayudará a controlar la inflación y el costo de la vida”; el 53% reflexiona que “se reducirá el nivel de conflictividad entre los políticos”; el 53% asevera que “volverá a crecer la economía del país” y el 51% asegura que “existirá menos populismo en la forma de hacer política”. Todas las anteriores son valoraciones significativamente positivas respecto del triunfo del Apruebo.

Por el contrario, si el Rechazo (39%) se impone en el Plebiscito de Salida, los imaginarios colectivos que manifiestan los/as encuestados/as son los siguientes: el 68% conjetura que “las comunidades de la diversidad sexual tendrán menos libertades y derechos”; el 57% establece que “existirá una sensación de decepción y frustración en las personas”; el 57% delibera que “las relaciones entre las personas serán aún más tensas” y el 53% de encuestadas y encuestados concluye que “tendremos un modelo económico más injusto”.

Finalmente, la encuesta analiza estos imaginarios ahora en la variable de los indecisos/as (30%), y las menciones positivas del imaginario colectivo ante la eventualidad de que gane el Apruebo suben ostensiblemente en 10 a 12 puntos en cada variable. Esto nos muestra que la tendencia de los indecisos tiene más cercanía a los imaginarios de quienes manifiestan la posición del Apruebo. Por tanto, el accionar comunicativo y simbólico de la campaña del Apruebo va ser clave en profundizar esos imaginarios que favorecen la decisión de votar por la opción del Apruebo.

La encuesta Plaza Pública Cadem de la primera semana de mayo 2022, muestra que la tendencia del Apruebo detiene su caída e incrementa su apoyo en 3 puntos, del 35 sube al 38%. Asimismo, la opción Rechazo cae en 2 puntos, del 48 al 46%. Los indecisos -por su parte- se mantienen en 17 puntos. Este incremento se ve expresado en casi todas las variables socio-demográficas, no obstante, solo en un segmento el Apruebo cae con respecto al mes anterior, y este es el que representa al grupo socio-económico Medio que cae 8 puntos, de un 41 a un 33%. De la misma manera ocurre entre los encuestados/as que se identifican con el sector socio-político de Centro, que cae 4 puntos, de un 30 a un 26%. No obstante, entre quienes no votaron en las últimas elecciones presidenciales creció la opción apoyo en 3 puntos, del 25 al 28%. Cabe destacar que la opción Rechazo cae en casi todas las variables socio-demográficas, y solo crece 8 puntos en los sectores socio-económicos Medios, de un 44 a un 52%, y crece 3 puntos entre quienes se identifican con los sectores socio-políticos de Centro, del 54 al 57%. Otro dato relevante a considerar, se da entre quienes votarían Rechazo en el Plebiscito de Salida y que habrían votado Apruebo en el Plebiscito de Entrada, que también decreció en 9 puntos, de un 35 bajó a un 26%.

El estudio de Pulso Ciudadano -por su parte-, muestra que el interés de participar en el Plebiscito de Salida creció en 4 puntos respecto del último sondeo en este aspecto, del 74 al 78%, con una caída de 3 puntos de quienes no están seguros de ir a votar. Por tanto, se constata que está creciendo la opción de ir a votar, teniendo un potencial de llegar al 92% la participación del padrón electoral. Además, esta encuesta desarrolla un análisis sobre quienes fueron electores en el Plebiscito de Entrada y sus opciones en este segundo evento electoral; Los resultados muestran algunas situaciones interesantes de evaluar, a saber; (a1) el 22,7% de quienes votaron Apruebo en el Plebiscito 1 (de entrada) votará Rechazo en el Plebiscito 2 (de salida); (a2) el 51,5% que votó Apruebo en el Plebiscito 1 votará Apruebo en el Plebiscito 2 y, (a3) un 25,8% de quienes votaron Apruebo en el Plebiscito 1 aún no sabe qué votará en el Plebiscito 2; (b) entre quienes votaron Rechazo en el Plebiscito 1 el 95,1% mantendrá su voto de Rechazo en el Plebiscito 2, y solo el 4,9% que votó Rechazo aún no sabe qué votará en el Plebiscito de salida; y (c) entre quienes fueron electores pero no votaron en el Plebiscito 1, el 5,8% votará Apruebo; el 48,7% votará Rechazo, y el 45,5% aún no sabe qué votará en el Plebiscito 2 de salida.

  1. Síntesis y proyecciones

Al proyectar estas cifras se pueden indicar -a lo menos- dos afirmaciones concluyentes; (1) el 45,5% que marca hoy el Rechazo es el techo probable de esta opción a la fecha, y (2) la movilidad y la incógnita electoral está ahora entre quienes ayer optaron por el Apruebo y que hoy aún No Saben cuál será su opción en el Plebiscito de Salida (25,8%) y, además, esa movilidad electoral está también entre quienes no han votado en las últimas elecciones y hoy no sabemos cuál será su opción (45,5%) en esta nueva votación que tendrá carácter obligatorio. Si proyectamos estos datos y criterios, los 2 ejes centrales de la campaña del Apruebo deberán estar enfocados hacia quienes no saben qué opción marcar en el Plebiscito de Salida aunque votaron Apruebo en el Plebiscito de Entrada. De la misma manera, hacia quienes no han ido a votar nunca (y que son la abstención histórica de medio padrón electoral) y que hoy tampoco saben qué opción marcar en el Plebiscito de Salida, estos 2 son los bolsones electorales fundamentales a disputar.

Al mirar estos datos, más las cifras de los sectores socio-económicos medios y de quienes se califican socio-políticamente de centro -y que han aumentado su apoyo al Rechazo-, existen mayores posibilidades de poner en forma los imaginarios democráticos que apoya la ciudadanía por la nueva Constitución. Por tanto, las disputas simbólicas serán claves en la campaña del Apruebo, pero, se debe advertir que no será una campaña de nichos, pues, deberá ser una campaña extensiva, masiva, y donde el centro del relato comunicacional deberá ser la pedagogía política que ratifique los imaginarios democráticos de lo que representa una nueva Carta Magna escrita por hombres y mujeres iguales en derechos, en dignidad y en esperanzas.

(*)Pablo Monje Reyes, Magister en Gestión y Políticas Públicas Universidad de Chile, Administrador Público Universidad de Los Lagos. Director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical).

Fuente: elsiglo.cl

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