Gustavo Puz Acosta Director Radio Matilde
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LA GRAN BATALLA
Es cierto que en Medio Oriente hay hoy una gran batalla: Israel, un Estado matón, aliado de Estados Unidos y de la Unión Europea, enfrenta a Irán, respaldado por China y Rusia. Ambos países lanzan oleadas de aviones y ojivas explosivas. Ya van más de 500 muertos, y muchos opinan que las hostilidades seguirán aumentando en intensidad. Mientras tanto, el desquiciado de Estados Unidos, Donald Trump, arremete, dejando tras de sí una estela de oposición y división.
¿Qué se pretende con estas operaciones militares entre Israel e Irán? Inventan, ignoran… como siempre. Mientras ellos pelean, nosotros estaremos hasta octubre en una disputa por llegar a La Moneda, y desde ahí ajustar las políticas que hoy impulsa una derecha cada vez más fascista. Por otro lado, sería una izquierda encabezada por Jeannette Jara la que podría poner en cuestión la actual deriva derechista del Partido Socialista.
Venimos de ahí, conocemos algo de su historia. Sin embargo, la posición derechista que hoy sostiene el PS nada tiene que ver con el partido de Allende, el de 1973. ¿Cuándo fue el giro a la derecha de este antiguo partido obrero? Algunos dicen que comenzó con el acuerdo con la dictadura y la Democracia Cristiana para gobernar en la llamada transición, y por supuesto, el posterior reparto de cargos. Ahí los socialistas fueron asumiendo responsabilidades dentro de un contexto de un paradigma económico distinto: una sociedad capitalista enfocada en resultados económicos y no en el bienestar de las masas empobrecidas.
Otros aseguran que el giro comenzó en el exilio, cuando ingresaron al PS sectores como el MAPU y la Izquierda Cristiana, y el relato socialista pasó de ser uno de resistencia contra la dictadura y el golpe de Estado a otro más moderado, que relativizaba esa lucha. Así nació la llamada Convergencia Democrática, que consistía en “ponerse al día”, dejando en el olvido la idea de un partido que venía a cambiar la sociedad, no solo a reformarla.
Altamirano, primero, y luego Almeyda, encabezaron estos proyectos que llevaron al Partido Socialista a la bancarrota política e ideológica en la que se encuentra hoy. Los restos de los viejos militantes no tienen la fuerza suficiente para volver a las fuentes. Tendría que aparecer un grupo de jóvenes, quizás desde la Juventud Socialista o desde la vieja Federación Juvenil Socialista (FJS), que inicien una operación de regreso a las raíces.
Ánimo hay… lo que falta son voluntades. Voluntades para volver a un PS luchador y comprometido con un Chile popular.
Gustavo Puz
Director de Radio Matilde